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Los préstamos personales son una herramienta financiera muy útil. Pueden ayudarte a alcanzar tus metas o a salir de una emergencia para la que no estabas preparado. Pero cuidado, también hay situaciones en las que solicitar un préstamo personal no es tan buena idea, pues más que ayudarte puede perjudicarte.
Te explicamos a continuación, en qué situaciones NO es bueno pedir un préstamo personal, para que tomes las precauciones necesarias y no afectes tus finanzas personales.
Si ya estás pagando otro préstamo
Considera que adquirir una nueva deuda puede exceder tu capacidad de endeudamiento. Solicitar un préstamo personal es un compromiso que deberás cumplir en los próximos meses independientemente de tus otros gastos fijos o deudas por pagar.
Por otro lado, cuando solicitas un préstamo todas las entidades financieras evaluarán tu información y si ya estás pagando otro préstamo, probablemente tu solicitud sea denegada.
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Cuando no tienes claro en qué usarás el préstamo
Pedir dinero solo por pedirlo es un grave error. Ten presente que los préstamos son recomendables cuando ya tienes una meta en mente y no cuentas con el dinero para lograrla, o para una emergencia para la cual no estabas preparado financieramente.
Un préstamo no es sinónimo de tener más dinero o tener mayor liquidez. Un préstamo, como su nombre lo indica, es “dinero prestado” que debes devolver en un tiempo determinado, pagando un costo por ello. Por lo tanto, analiza que el fin al que destines el préstamo debe valer la pena.
Si pides un préstamo personal sin tener claro en qué usarlo, seguramente terminarás gastándolo en algo poco productivo o útil.
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Si estás sobreendeudado
Aún cuando no estés pagando otro préstamo, puedes estar sobreendeudado por otros medios. Recuerda que el sobreendeudamiento se puede dar también por el uso que das a tus tarjetas de crédito, el dinero que debas a las compañías telefónicas, entre otros.
Antes de solicitar un préstamo aseguráte de que tus gastos y deudas no superen tus ingresos y que aún cuando tus ingresos sean mayores a tus gastos tengas las capacidad de pagar este préstamo por el tiempo que corresponde.
Estás desempleado o no tienes una fuente de ingresos
Para poder acceder a un préstamo personal, es requisito contar con los ingresos necesarios para poder devolver el dinero en el tiempo pactado. Si por algún motivo te quedaste sin empleo y no tienes otra fuente de ingresos, difícilmente las entidades financieras te darán el préstamo.
También considera que aún cuando alguien te otorgara el préstamo, si te quedaste sin empleo no tendrás el dinero para cumplir con tus cuotas a tiempo, lo cual generará cargos extras por moras y estos retrasos afectarán tu historial de crédito.
Los préstamos no son tu enemigo, pueden ser un gran aliado y ayudarte a cumplir tus planes siempre y cuando los solicites en el momento adecuado, lo destines para el fin correcto y te informes bien sobre las condiciones del mismo.